Reconoce que lo importante es la intensidad del amor con que se vive la vida. Huye de todo lo que la desprecie; y rechaza todas las formas de abuso. Cultiva tus ideales de vida; sé un promotor de armonía en el mundo.
Acepta la vida que tienes, como es, en todas circunstancias, y busca cada día hacer con ella algo bello.
Vive cada día como si fuera el primero de una serie, o el último de la misma. Al dormir busca la verdad de lo que fue el día que termina: da gracias por todo lo bueno; practica la reconciliación.
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